• Sala Primera anula fallo del Tribunal Contencioso Administrativo que dejó desprotegido al Humedal

Entre los límites de Alajuela y Heredia sobrevive un ecosistema de humedal en la urbanización La Ribera, conocida como Joaquín Chaves, donde es posible observar una porción de paisaje de lirios acuáticos, heliotropos, garzas y anfibios típicos de estos valiosos e importantes ecosistemas próximos al Aeropuerto Juan Santa María. 

Desde hace más de 20 años existe un grupo de vecinos, organizados en el Comité Ecológico Urbanización La Ribera, inició una lucha para protegerlo ante la eventual amenaza de que fuera secado y relleno (Periódico el Guacho, 2019). 

Los Magistrados de la Sala Primera emitieron una importante resolución 000191-F-S1-2022 reiniciar desde cero el proceso en el Contencioso donde se busca anular los permisos de construcción que se dieron de forma presuntamente ilegal, por la Municipalidad de Belén durante la primera década del 2000. Con esto ordenan en el nuevo proceso con la presencia activa como parte litigante en defensa del humedal al Estado mediante la Procuraduría General de la República y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación. 

El regidor Ulises Araya Chaves de la Municipalidad de Belén aseguró: “es una gran noticia. La razón siempre estuvo de nuestro lado cuando pedimos que como Municipalidad teníamos que ir a impugnar ese fallo del 2020 que dejaba sin protección al humedal. Lamentablemente por seguir una recomendación errónea de la dirección jurídica, en su momento el Concejo Municipal por voto 3 a 2 desistió de impugnar el fallo y aceptó los alcances del mismo”. 

Para el regidor que también es parte del Comité Pro Defensa del Ojo de Agua:  “Afortunadamente para el humedal, el abogado del Estado si apeló el fallo y hoy esa apelación fue dada con lugar. Todo comienza de nuevo, pero ahora con la presencia activa de la procuraduría general de la República, y el SINAC. No habrá quite, esos permisos de construcción ilegales tendrán que ser anulados”, argumentó Araya Chaves. 

La lucha de las y los vecinos ha sido para delimitar el humedal y evitar la desaparición del ecosistema con nuevos proyectos urbanísticos. Varios estudios técnicos y oficiales señalan la importancia del sitio. Por esto la Municipalidad solicitó al Programa Nacional de Humedales del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) que definiera, según criterio técnico, la existencia y la delimitación del humedal. Lo cual ha generado distintos criterios encontrados sobre el área de protección del humedal. 

En uno de los estudios realizados por el ingeniero Gunther Shchosinsky definió el humedal como lacustrino (lagos y lagunas temporales que aparecen en época lluviosa y se encuentran delimitados) y cuenta con un área de protección de mínima de 17438 m2, que fue avalada por una resolución del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (SENARA). En 2007, SENARA mencionó que en el pasado la zona fue un lago, según una interpretación realizada con fotografías aéreas de 1976 y, en el 2008, la demarcación de esta área fue validada por el Instituto Geográfico Nacional. A pesar de dicha resolución, el MINAE emitió un criterio contrario en el 2008, argumentando que la existencia del humedal no se debe a un lago, sino a la elevación del nivel freático (el nivel del suelo donde está saturado de agua subterránea). Por lo que recomendó un área de protección de 15 metros a la redonda. “La existencia de estos dos criterios son los que nos han impedido delimitar el área de protección que debe respetarse .(Periódico el Guacho, 2019).

Fallo disponible: https://drive.google.com/file/d/133DybqMSih3-lIovQqDrRhIQ1mWe4hw-/view?usp=sharing

Elaborado con apoyo del Proyecto “Geografía y Diálogo de Saberes: Análisis de la conflictividad socio ambiental en territorios rurales de Costa Rica (ED-3526)” de la Escuela de Geografía y el Programa Kioscos Socio ambientales de la UCR

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