Piña sorteó la crisis, pero arrecia crítica ambiental

Exportaciones lograron estabilidad
Sector exportó $572 millones el año pasado, cifra igual a la del 2008
Resurge idea de establecer moratoria por fuerte aumento de área sembrada

Marvin Barquero S. e nacion.com

El sector piñero nacional sorteó la crisis de los años 2008 y 2009, al mantener el ingreso por exportaciones y seguir con el crecimiento del área sembrada.

Sin embargo, las críticas por su impacto ambiental arreciaron, especialmente por el supuestocultivo en zonas de amortiguamiento del refugio de vida silvestre de Caño Negro, Los Chiles.
Datos de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) indican que las exportaciones del 2009 cerraron en $572 millones, una cifra parecida a la del 2008.

Los datos reflejan que, el año pasado, el sector no creció a los niveles que venía presentando, pero al menos no decayó el ingreso.

Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), explicó que las cifras del gremio difieren un poco de las de Procomer porque indican un crecimiento del 5% en el ingreso en el 2009.

Las exportaciones de piña generaban al país $121 millones en el 2000. A partir de ahí se vino un fuerte crecimiento sostenido que llevó el valor hasta los $572 millones.

El área de siembra de esta actividad también crece mucho.

En el 2000, Costa Rica registraba 12.500 hectáreas cultivadas y en el 2009 el área neta (no cuentan ni caminos ni empacadoras) era de 40.500 hectáreas, según datos de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa), entidad del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Este espectacular crecimiento de las plantaciones genera fuertes críticas por su impacto ambiental.

La más reciente se presenta en Caño Negro, en Los Chiles, donde se denunció el cultivo de la fruta en zonas de amortiguamiento de ese refugio nacional de vida silvestre.

La comunidad y los ambientalistas lanzaron de nuevo la iniciativa para declarar una moratoria al cultivo, tal como lo hizo el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica en diciembre del 2008. Estabilidad. Chaves explicó que la actividad piñera tiene efectivamente estabilidad en precio y en producción, pero advirtió de que los empresarios deben tener cuidado en el incremento de las áreas.

Afirmó que las tierras disponibles para piña ya son muy pocas. Por eso, muchos empresarios van a zonas alejadas, lo cual aumenta el costo de producción.

El dirigente se refirió a una consulta acerca de nuevas áreas en los Los Chiles y Upala, en la zona norte, fronteriza con Nicaragua.

Sergio Porras, gerente del Programa Nacional de Piña del MAG, dijo que los buenos precios del producto (este año se mantienen entre $0,27 y $0,28 por kilo) estimulan a más gente a entrar en la actividad.

Algunos empresarios, agregó Porras, prefieren cambiar su actividad ganadera o forestal porque la piña les da mucho más ingresos.

Recordó que, hace dos semanas, un propietario de Santa Cecilia de La Cruz le comunicó su intención de destinar para piña el uso de 330 hectáreas sembradas de teca.

Chaves llamó a reflexionar cuando se intenten desarrollos de ese tipo. Recordó que el alquiler de un contenedor (unos 20.000 kilos) para el transporte interno de piña en Costa Rica cuesta generalmente entre $300 y $400, y las empresas llegan a cobrar entre $1.000 y $1.100 por un flete en contenedor desde la frontera norte.

Además, las empresas y navieras que prestan el servicio de transporte hablan de escasez de contenedores, por lo cual cobran un adicional de $500 por cada flete al muelle.

La situación se presenta especialmente entre diciembre y junio, cuando se deben movilizar miles de toneladas de melón, sandía, mango y jugo de naranja, en plena competencia con la piña, según Chaves.

Pese a la competencia de algunos países como Panamá, Honduras y México, Costa Rica puede preservar un gran lugar dentro del mercado piñero, si mantiene sus estándares de calidad y la protección ambiental, explicó Chaves.

La gran diferencia entre Costa Rica y los competidores, dijo, es el conocimiento del cultivo, que se refleja en la aplicación de un muy buen paquete tecnológico.


Chaves ve al sector piñero con buen futuro, si sigue la senda de hoy y pese a los embates ambientales. “Igual que el banano, que inicialmente tuvo complicaciones, pero se quedó”, enfatizó.

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