Pasaporte y cédula costarricenses no valen, solo por mar y helicóptero
Fuente: Carlos Salazar elpais.co.cr

Santa Cruz, Guanacaste (elpais.cr) - Hombres armados, a caballo, en moto o en cuadraciclos, sumado a tupidas cercas de alambre de púas y sarán negro, impiden el ingreso de costarricenses o extranjeros por tierra a por lo menos seis playas, consideradas como las mejores de Costa Rica.

A pesar de que los accesos a dichas playas son agrestes caminos municipales, públicos, la ruta llega hasta portones con candados con el rótulo de “prohibido el paso a particulares”, o a una cerca.

La vía hacia las playas Conejo, Platanar, Cabuya, Blanca y Carbón, en parte del territorio del Parque Nacional Marino Baulas, en Santa Cruz de Guanacaste, sólo se puede hacer por invitación del propietario, un libanés, por mar o en helicóptero.

Además, a las playas Real (conocida también como Minas), y Pedregoso, que da el nombre a la empresa que pretende desarrollar un gran proyecto inmobiliario también se choca con impedimentos para el acceso a ellas y por caminos en mal estado para desalentar a los viajeros.

Como parte de las medidas para que los turistas nacionales o extranjeros no lleguen hasta las playas, han colocado cercas con maderos cortados del bosque, púas y sarán negro con el fin de evitar que los visitantes disfruten del último reducto de bosque tropical seco de Centroamérica.

Tras las cercas, que han corrido hasta un metro dentro del camino público, a ambos lados de la vía, se logra, -abriendo con una cuchilla un hueco en el sarán-, observar las “quemas controladas” de los árboles y vegetación secundaria que no dejan crecer.

A pesar de que el Concejo de Santa Cruz, Guanacaste, acordó abrir los caminos hasta esas playas, llamadas la “Costa de Oro” por sitios de empresas inmobiliarias costarricenses, el acceso topa con portones y cercas.

Contradicciones

La Municipalidad de ese cantón acordó en la sesión ordinaria Nº 17-2007, Artículo 6, inciso 01, del 1º de Mayo del 2007, ordenarle al Alcalde, “proceda en coordinación con el departamento de zona marítimo terrestre, Catastro y Asesor Legal, iniciar el proceso de apertura de calles en las playas: Lagarto, Marbella, en la propiedad de Joya de Lagarto, y playa Platanar del Distrito Cabo Velas y Cuajiniquil, y así cumplir con las disposiciones de la Ley, respecto al derecho de acceso a nuestras playas”.

Además, en el 8 de agosto del 2009 el Departamento de Catastro y Topografía dio cuenta que existen caminos públicos hacia las playas de Cabuya y Sin Nombre, pero la situación es otra, los caminos están cerrados.

Entre tanto, en abril del 2009, el mismo departamento de la Municipalidad de Santa Cruz comunica que existe un camino público entre la comunidad de Matapalo con playas Roble, Honda y Pedregosa, pero el acceso es restringido.

Parque Baulas

Este Parque Nacional está ubicado en Guanacaste, en la Bahía de Tamarindo, incluye Playa Grande, Playa Ventana y Langosta. Es un parque reconocido a nivel mundial como el sitio más importante de anidación de la Tortuga Baula en el Pacífico Oriental, y como tal existe un compromiso a nivel mundial de la comunidad científica internacional y nacional por preservar estas importantes playas.

El Parque fue creado en 1991 vía decreto, y en 1995 por Ley del Congreso, y ha sido, según vecinos y ecologistas de la región, un Parque de “papel”, donde el Ministerio del Ambiente no le ha dado la protección adecuada a este sitio, donde ha carecido de personal para que lo proteja.

De acuerdo con la ecologista Clara Padilla Gutiérrez y el biólogo Mario Boza, ambos de The  Leatherback Trust, el parque solamente tiene tres guarda parques vía presupuesto nacional, entre ellos está la cocinera y el administrador, y según el plan de manejo del Parque Nacional Marino Las Baulas requiere de dieciséis guarda parques, afirmó .

Ante una Comisión Legislativa, en octubre anterior, denunciaron que si no es por la ayuda de la organización cuyo propósito es la conservación de la tortuga marina a nivel mundial, y como sitio importante ha establecido la prioridad acá, pero también las investigaciones en Australia, en Estados Unidos y en otros países del mundo, en la Isla de Creta.

Añadió que tienen problemas porque el Parque consiste 50 metros inalienables o de zona pública, y 75 metros que son privados, pero están dentro del parque que son 125 metros, y estos 75 metros todavía están en manos de propietarios privados y esto ha sido la disyuntiva que se ha presentado ahí en el Parque.

Para Padilla, han existido presiones muy fuertes, y para nadie es un secreto de mercaderes e inversionistas que venden tierras en toda la costa Guanacasteca. Añadió que debido a que los inversionistas o los dueños de las tierras, en su mayoría extranjeros y algunos costarricenses, han presionado a los gobiernos, a las distintas administraciones para que no se les expropie.

Recordó que hay pronunciamientos muy claros de la Sala Cuarta, donde dice que es un Parque Nacional, que consiste en 125 metros, más las doce millas marítimas, que comprende el Cerro El Morro con 336 hectáreas y 84 hectáreas de propiedad del Estado y que no se han recuperado, recordó.

Hacia varias playas, el propietario de esos terrenos de la Hacienda Amanda Tierra, tiene caminos bloqueados con portones, amarrados con cadenas y candados.

De acuerdo con Padilla, esas tierras las han valorado los mercaderes a precios muy altos, pero en realidad los costos no son esos por las limitaciones como Parque Nacional; aparte de eso, tienen problema de agua y la salinización de los pozos.

“Lo que  ha existido en el Parque Nacional Marino Las Baulas ha sido una presión muy fuerte económica y política a nivel nacional, no desde ahora, sino de su creación”, sostiene Padilla, quien coincide con desarrolladores inmobiliarios, que construyen en terrenos fuera del Parque.

Para varios desarrolladores e inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, ahí hay dueños con muchos intereses en hacer negocios.

“Por eso mediante tres proyectos de ley y ahora existe el cuarto, se ha venido con intenciones para disminuir el Parque, pasarlo de categoría de Parque Nacional a refugio mixto privado, donde son los mismos dueños, así lo dice el último proyecto de ley, que harán una asociación controlar y el parque sería, según ellos, público y privado”, detalló Padilla a los diputados.

Recordó que en dos reuniones en que participaron representantes de TLT en Casa Presidencial con funcionarios del Gobierno de Arias, también estuvieron presentes delegaciones de los dueños de terrenos dentro del Parque Baulas.

Proyectos

Además de proyectos inmobiliarios dentro del Parque, por ejemplo la empresa Pedrogoso, en su página de internet, detalla que la propiedad de Puerto Pedregosa incluye Playa Pedregosa y colinda con Playa Honda por el norte, con Playa Platanar al sur y con los Cerros Colorado y Vigía al este.

El sitio de Puerto Pedregosa alcanza una elevación máxima de 270 metros sobre el nivel del mar, de tal manera que provee múltiples oportunidades para construir edificios “terraceados” y “escalonados”, creando un máximo de terrenos con vista.

Indica que grandes cerros corren en dirección al océano levantándose del mar, dos pequeños en el extremo norte y sur de la propiedad y otro más pequeño en el centro. Justo dentro del límite norte hay un drenaje natural, el cual va por las colinas hacia el océano en el este.

Aunque aclara que la propiedad está sujeta a reservar 50 metros de tierra desde el océano.   Desde el mar hasta el límite de 50 metros la tierra se considera Parque Nacional y es propiedad pública, pero el camino de acceso está cerrado, y cualquiera puede entrar por un portillo de 50 centímetros de ancho.

A pesar de esa publicidad para atraer inversionistas, la empresa oculta que ese sector de cerros es parte del último reducto de bosque tropical seco que existe en Centroamérica.

Igualmente, ofrece que a futuro en el sector se podrá construir una marina para yates y veleros, pero dependiendo de estudios, permisos y diseños.

Así, mientras los propietarios esperan variaciones al área del Parque Marino Baulas a través de una ley, los costarricenses no pueden disfrutar con libertad de acceso a esas playas, consideradas las más bellas de este país.

Prosokioc