Editorial del programa de Radio Voces y Política, 16 de febrero del 2022

Hoy retomaremos el programa del miércoles pasado donde pudimos profundizar una lectura de los resultados electorales desde otros territorios, por medio de reportes de diversas personas involucradas en la organización comunitaria sobre todo fuera de la Gran Área Metropolitana.

Nos interesa profundizar sobre el fenómeno de la abstención en las zonas rurales y costeras del país. Al mismo tiempo la relación de la crisis socioambiental que viven estos territorios agudizada por la pandemia y las medidas de ajuste fiscal.

La semana pasada tuvimos la participación magistral de Erlinda Quesada, lideresa comunitaria de Guácimo y de Tania Orozco Rivera, presidenta de la Asociación de Estudiantes de la Escuela Ciencias Políticas (AECP-UCR).

Entre las dos hilaron un panorama desde las mujeres y su instrumentalización como “carnada” en la campaña política, además profundizaron sobre esas crisis para la mayoría y, por ejemplo, cómo el agronegocio ha salido como un sector ganador, en el caso del Caribe y la exportación de monocultivos. Desde las mujeres jóvenes - nos decía Tania - hay mayores niveles de incertidumbre y vulnerabilización de sus derechos. Además, apuntó cómo tendremos una Asamblea con pocas personas jóvenes y cómo se le reclama por otro lado, el abstencionismo a este sector tan amplio y diverso de juventud. 

Desde otros sectores económicos, perdedores en la pandemia, como son los microempresarios, hay historias desgarradoras como la que vamos a conocer hoy y que revelan la crudeza, las diferencias y las asimetrías del trato del Estado con el gran empresariado y los pequeños o medianos emprendimientos. Además, cómo se ha ido hilando esta crisis con las decisiones electorales de las personas.

Ya adelantábamos el caso de don Alvaro que lo conocimos como dirigente de la Cámara de Turismo de Turrialba, liderando en la defensa del Río Pacuare. Al frente de una ADI o una ASADA, en cualquier posición es un ejemplo de los empresarios que han defendido los bienes comunes no solo por un beneficio personal sino por una clara vocación de servicios a los demás y amor por la naturaleza. Esta vocación que cada día más, el modelo proscribe y persigue para dar paso a un individualismo y la barbarie de un “sálvese quien pueda”.

En la primera semana de febrero previo a las elecciones pasamos a visitarlo a su hogar en Siquirres. La banca pública y la falta de empatía socioeconómica del Estado casi lo matan literalmente de un ataque al corazón. Al oír su relato, es imposible no sopesar las oportunidades y logros del Estado de antes y las que se están heredando a las futuras generaciones, cómo se ha ido hipotecando el futuro literalmente. Cómo las políticas del shock económico impulsado en los últimos años se materializaban en el relato de Alvaro. Al mismo tiempo cómo influye esta realidad para terminar desilusionando a las personas del sistema político electoral.

Para profundizar sobre el tema, contamos precisamente en esta oportunidad, con la participación de don Álvaro Ballestero microempresario turístico de Siquirres.

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