Campesinos y educadores del cantón de Talamanca discuten sobre las consecuencias de los Organizamos Genéticamente Modificados (OGM) para las comunidades campesinas.

El pasado viernes 10 de junio el Programa Kioscos Ambientales de la Vicerectoría de Acción Social facilitó un intercambio de información sobre el tema de los Transgénicos en las comunidades de Talamanca.

En dicho espacio se contó con la participación de docentes de escuelas del circuito de Sixaola que trabajan el tema de Educación Ambiental, junto con la Escuela de Salud Ambiental de la Universidad de Costa Rica. Además, asistieron campesinas y campesinos del valle del Río Sixaola con experiencia en agricultura ecológica.

La discusión giró sobre dos principales ejes: la falta de información de parte de quienes producen y distribuyen estos organismos, así como los impactos para la salud, la agricultura y el ambiente de los Organismos Vivos Modificados.

Para don Gonzalo Moreno, director del proyecto de Finca Loroco, los transgénicos representan una grave amenaza para la producción de alimentos sanos.

Pero además, apuntó que la liberación de plantas genéticamente modificadas pone en riesgo la semilla campesina. "La semilla debe ser libre para el intercambio y la producción de agrícola. Las semillas transgénicas lesionan el derecho de campesinos y campesinas al libre intercambio. La agricultura orgánica campesina es incompatible con los OGM's, esto debido a que la semilla campesina corre el riesgo de ser contaminada con genes modificados que no solo ponen en riesgo la salud humana sino también están sujetos a mecanismos de propiedad intelectual nocivos para la agricultura orgánica" apuntó el campesino.

En la actividad se recordó la moratoria municipal de Talamanca como "Cantón Ecológico y Libre de Transgénicos", decisión tomada por el Consejo Municipal desde el 2008 y que viene a sumarse a otras siete declaratorias en el país.

La Finca Loroco cuenta además de un Banco de Semillas Criollas muy importante para la producción local, de la cual se abastecen muchos productores y productoras de la zona. Esta propuesta nace de la preocupación sobre el desabastecimiento de semillas de calidad en la región donde los monocultivos de plátano y banano son las actividades

económicas más expandidas en la región atlántica. Es por esto que la Finca Loroco se convierte en un oasis de agrobiodiversidad frente al paisaje monótono y homogéneo que generan los monocultivos; causantes de múltiples impactos negativos en la economía de la mayoría de parceleros de la zona y serias contaminaciones con agroquímicos.

Finca Loroco se localiza en Volio, a 2 kilómetros del centro de la comunidad de Bribrí Talamanca. Este proyecto familiar se da a la tarea de contribuir a la construcción de Soberanía Alimentaria, ya que es un modelo de finca integrada con más de 30 cultivos diferentes en tan sólo 2 hectáreas; demostrando de esta manera que la agricultura campesina es una respuesta efectiva a la crisis alimentaria actual.

 

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