Editorial del programa de Radio Voces y Política, 6 de octubre del 2021

En una época signada entre otros eventos por una pandemia hablar de movimientos sociales y protesta social es sumamente importante. 

Hay dificultades reales en el ambiente social que obstaculizan el activismo.

Ciertamente luego de la huelga del magisterio en el 2018 por la reforma Fiscal la desmovilización ha dejado abierta la puerta para que el gobierno y las élites empresariales avasallen a los sectores populares y los grupos contestatarios. 

Estamos viviendo una época de disciplinamiento encubierto detrás de leyes antihuelgas, regla fiscal, empleo público, deterioro de del aseguramiento, condonaciones de deudas, bonos de ayuda muy limitados, amenazas de precarización del salario mínimo y el empleo privado, afectaciones ambientales, y amenazas de impulso de nuevas formas de extractivismo,  En materia de derechos humanos de minorías el gobierno y los partidos políticos no han dado muestras de claridad y tolerancia.  Un congreso bastante conservador ha obstaculizado avances en esta línea.

Hay una pregunta que flota en el ambiente: ¿Qué pasará cuando los movimientos sociales salgan del confinamiento? 

Una campaña electoral exige la participación electoral.  ¿Cómo se preparan los grupos, asociaciones, ongs, colectivos, organizaciones de distinta índole para hacer llegar sus demandas e influir en la toma de decisiones electorales?