Editorial del Programa de Radio Voces y Política, 30 de junio, 2021
 
“La precarización es un estado constante de alerta, emergencia e inseguridad, es inhumano y es lesivo”. 

Se calcula que un 66,3% del personal docente de la UCR son personas interinas (3.514 docentes), 25,8% son propietarias (1.367 docentes) y 7,9% tienen jornada mixta (416 docente) o sea parcialmente interino o en propiedad, según el documento “Análisis del Interinazgo Docente en la Universidad de Costa Rica”, de la Vicerrectoría de Docencia.

A ese contexto, ya desigual, se le suma las diferencias de género y las abismales diferencias entre sedes y recintos, evidenciando que la fuerza laboral de la universidad de Costa Rica está compuesta en su mayoría por personas interinas.

Existe una preocupante inequidad en relación con los tiempos y recursos que se le asignan al personal docente en condición de interinazgo. Por ejemplo, es común que la asignación de los cursos se conozca poco tiempo antes de iniciar el semestre o incluso cuando ya ha iniciado, lo cual perjudica la elaboración de los programas y la preparación de las clases. Además, en los casos que se conoce a tiempo la asignación de los cursos, implica su planificación en el período en que no se recibe salario, trabajando para la Universidad sin remuneración alguna por dichas tareas. 

Es claro que las personas interinas estamos -porque soy parte de esta condición- sometidas a un régimen laboral precarizado e inestable, lo cual provoca secuelas en nuestra salud mental y física, impidiendonos realizar planes a largo plazo, así como un proyecto de vida digno. La mayoría de personas interinas pasa cuatro meses del año sin percibir ningún ingreso y con la incertidumbre de si el siguiente semestre seremos contratados y contratadas. 

A este escenario estructural e interno de la Universidad, se le suman los ataques externos (y algunas veces no tan externos) por parte de la Asamblea Legislativa y el Gobierno, los cuales se traducen en recortes presupuestarios, que finalmente afectan y ponen en una mayor condición de vulnerabilidad a las personas interinas. ¿Será que con estos nuevos recortes habrán despidos y ceses de nombramientos dentro de la Universidad?

Esas desigualdades hacen que el modelo laboral sea profundamente precario y hasta caduco, donde resulta necesario replantear estas formas de operar dentro de la Universidad. Es por ello que varias personas de la comunidad universitaria crearon el Comité de Personas Interinas de la Universidad de Costa Rica, un colectivo solidario integrado por personas interinas del sector administrativo y del sector docente de esta Universidad. Entre sus propósitos mencionan que está el generar un espacio de discusión sobre las experiencias de inequidad e inestabilidad que viven nuestros agremiados y proponer soluciones que propicien un ambiente laboral justo, equitativo y estable.  También tiene como fin luchar en busca del respeto a la dignidad, así como los derechos laborales de este importante segmento de la comunidad universitaria, así como incidir para realizar transformaciones que efectivamente logren superar esta problemática, que ha adquirido un carácter crónico y estructural.

En marzo del presente año, la Rectoría anunció la conformación de una comisión técnica que se encargaría de realizar un diagnóstico acerca del esquema salarial presente en la UCR,  lo que ha despertado la discusión del tema de interinazgo, y lo ha puesto nuevamente en el centro de  discusión de varios sectores dentro de la Universidad.

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