Fuente Irela Fornaguera en nacion.com

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) apuesta por el Proyecto Hidroeléctrico El Diquís, en la zona sur, pese a tener pendiente una consulta a los indígenas de la región.

Teófilo de la Torre, presidente ejecutivo del Instituto, confirmó ayer que no obstante las trabas en ese proceso, el proyecto presenta un avance del 39%.

Este avance consiste en la conclusión de las primeras fases del estudio de impacto ambiental, la instalación de líneas de distribución y parte del campamento para trabajadores.

Tras concluir el Consejo Presidencial de Ambiente, De la Torre mencionó que se prevé iniciar las operaciones en el año 2019.

La planta está en manos del Instituto y se ubicará en los cantones de Buenos Aires, Pérez Zeledón y Osa. Tendrá una potencia de 631 MW y permitiría abastecer buena parte de la demanda energética del país.

Sin embargo, el proyecto requiere utilizar parte de los territorio indígenas de la zona.

Para ocupar o modificar estas tierras debe contarse con la aprobación de los pobladores, según el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.

De acuerdo con el vicecanciller de la República, Carlos Roverssi, ese proceso de consulta se complicó debido a las diferencias entre los mismos pueblos indígenas, unos cuatro o cinco grupos con intereses muy distintos.

Para dar una solución, se creó la Comisión de Coordinación Interinstitucional del Proyecto Hidroeléctrico El Diquís.

“Nosotros buscamos dar apoyo para que haya un consenso, pero se ha caminado poco, pues todavía no hay confianza suficiente”, exteriorizó Roverssi.

A la fecha, añadió, se han contactado representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de otros “grupos asesores” que aseguren neutralidad en la consulta a los indígenas.

En caso de una respuesta negativa, Roverssi manifestó que hay “órdenes estrictas del Gobierno” de suspender por completo el proyecto en la zona.

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