Para eso contamos con la presencia de la Licda Adriana Fernández, la Licda Rebeca Gu y el Lic. Miguel Gamboa, Licda. Natasha Alpízar y Valeria Vargas profesoras y profesor de la Escuela de Ciencias Políticas quienes se desempeñan en la acción social de esta unidad académica.
Les compartimos la experiencia del Taller de Educación Popular y Territorios Comunitarios, el cual sucedió el pasado mes de agosto, donde participaron 25 estudiantes y docentes de la Universidad De Costa Rica.
Para eso contamos con la presencia del Comisionado para Asuntos Afrodescendientes Señor Enrique Joseph (Administrador de Empresas, Abogado) y de Diana Senior (Historiadora y Politóloga) profesor de la Sede del Caribe impulsora de la iniciativa Aportes Afrocostarricenses y Diaspóricos.
¿Cuál pandemia? Extractivismos recargados
“Las raciones fueron nuevamente reducidas para economizar petróleo. Pero los cerdos parecían estar bastante a gusto y, en realidad, aumentaban de peso.”
George Orwell – Rebelión en la Granja
En los últimos meses a raíz de las medidas económicas tomadas y no tomadas por el Gobierno ante la pandemia, hemos visto deterioradas las condiciones socioeconómicas de una gran parte de la población, agudizando las desigualdades de nuestra sociedad; pero como era de esperar algunos sectores no han sido impactados de la misma manera, entre ellos la industria extractiva. Podemos preguntarnos: ¿a qué tipo de cuarentena se han sujetado?
Lo primero que pensamos es: ¿qué son los extractivismos? Estos son parte de un modelo socioeconómico, productivo y político que se basa en la extracción de los bienes naturales (principalmente) con el fin de obtener materias primas con poco valor agregado y procesamiento sensibles a ser vendidas en los mercados. Para ello diversos actores sociales procuran facilitar su operación mediante exoneración fiscal, para optimizar sus ganancias. Entre algunas actividades están las conocidas tradicionalmente como la minería o exploración petrolera, pero en Costa Rica con más intensidad está la agroindustria a través de los monocultivos (piña, azúcar, banano, palma africana) o megaproyectos.
Estas actividades tienen profundas secuelas en nuestro país, su creciente intensidad y extensión ha impactado de forma irreversible en las comunidades y los ecosistemas. El uso indiscriminado de agroquímicos nocivos para la vida humana y el ambiente, así como la necesaria deforestación para su desarrollo son muestras de sus “externalidades en el agotamiento de los bienes naturales”.
Con la llegada del COVID-19 se mostró cómo los sectores extractivistas miraban para otro lado, y las autoridades refrendaron esto. Amparados en la “necesidad” de resguardar la economía, las implicaciones del “martillo y el baile” se diferenciaron entre lo urbano y rural, en uno se corre por cumplir con el cierre, pero en otros continúa el baile de la indiferencia y la explotación.
Si quisiéramos caracterizar las desigualdades presentes en el país, basta con retratar la división del trabajo y su manifestación a través de la clase y el género, cómo se entrelazan para mostrarnos a los perdedores y ganadores, donde el migrante o el pobre viven en carne propia las violencias de una actividad económica que no puede parar. Pero la acumulación de la riqueza sigue estando en manos de esas empresas opacas, casi ausentes hasta para tributar.
Pero su actividad no se mide solamente por su producción, sino también en las capacidades que generan para modificar a su favor las condiciones mediante las que operan. Por ejemplo, desde las cámaras empresariales hemos visto deseos expresos de una desregulación de la legislación ambiental (estudios de impacto ambiental, requisitos y otros) para hacerla más “amigable” con los negocios. Usando la excusa del ingreso en la OCDE se quiere modificar reglamentos para facilitar la introducción de paquetes tecnológicos que sirven de insumos a la producción agroindustrial, pero en definitiva son más agroquímicos, algunos restringidos en muchos países; pero también algunos reglamentos sobre las condiciones laborales de las personas, apostando a una normalización “legal” de la precarización a la que están expuestas.
¿Por qué hablar de esto? Porque les ha ido tan bien que son “punta de lanza” de la reactivación económica, coronados con el discurso presidencial con su apuesta al cultivo del cáñamo (monocultivo), pero también dio espacio para retomar las intenciones de algunos sectores por activar la minería de oro o la exploración petrolera, antes detenidas por decretos y leyes, pero hoy se perfilan como moneda de cambio en la política nacional. Es así como estamos siendo testigos que estos extractivismos sin cuarentena deterioran nuestro ambiente y atizan la desigualdad política y económica en el país.
Autor: Luis Andrés Sanabria Zaniboni
Fuente: https://semanariouniversidad.com/opinion/cual-pandemia-extractivismos-recargados/
El Decanato de Ciencias Sociales, el Programa de Kioscos Socioambientales, la Escuela de Ciencias Políticas y el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, desde marzo de 2020 han iniciado un proceso de diagnóstico comunitario con la finalidad de conocer los impactos e implicaciones que la pandemia ha tenido en diversos territorios del país y en organizaciones comunales.
Un esfuerzo entre el Observatorio de Acciones Colectivas del IIS y el Observatorios de Bienes Comunes del Programa Kioscos Socioambientales.
Puede descargarlas aquì; Infografia 1 e infografìa 2
Si desean versiones impresas pueden contactarse a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Conversamos sobre el papel de las ciencias sociales y en especial de la Psicología en la atención de la crisis aumentada por la pandemia, para eso contaremos con la presencia de la directora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica Teresita Ramellini, Jimena Escalante Meza una de las coordinadoras de la brigada de acompañamiento psicosocial y La Lcda. Soledad Hernández Carrillo coordinadora del TCU Migra acciones: Acompañando población migrante y refugiada, más allá de las fronteras.
Un proyecto nuevo que nace de la alianza entre Programa Kioscos Socio-ambientales UCR y el Centro de Investigación y Estudios Políticos CIEP UCR. Se trata del Observatorio de Bienes Comunes: Agua y Tierra. Un espacio que pretende generar información oportuna y vínculos de articulación para evidenciar el estado de los bienes comunes en Costa Rica.
Participaron: Diana Ojeda, Zuiri Mendez, Alonso Ramárez, Daniel Fernández y Luis Sanabria