Convivio en celebración por la lucha contra la minería en Cutris, 6 de febrero del 2011

Por Mauricio Alvarez M: geógrafo ecologista, docente en Kioscos Ambientales de la UCR . A principios de febrero, los distintos actores que hemos luchando juntos contra la minería en Costa Rica por fin logramos reunirnos para recordar, para celebrar  tantos años de lucha… además de a aquellas personas, como Doña Balbina, que ya no están con nosotros.
Entre conversaciones muy  cálidas fuimos juntando los pedazos de la tela que hizo esta historia. Yo apunté que llevaba apoyando la causa casi la mitad de mi vida, y traté de recordar la primera vez que los habitantes de esta zona llegaron a las oficinas de AECO (Asociación Ecologista Costarricense), ¿1994? O 1993, la verdad no me acuerdo.

Otro compañero me daba datos de ese primer grupo, el que inició esta historia. ¿Las marchas en qué año fueron? preguntaba otra… Nos dimos cuenta de que nadie recordaba la película completa,  pero todos recordábamos los sentimientos: esperanza, pero también frustración, incertidumbre, impotencia y tristeza, que hicieron que nadie y todos fuéramos indispensables en esta lucha. Claro, ahora la recordamos con alegría.

No hubo un mejor lugar para la celebración que el calor de la casa de don Felipe. Su familia, gente de esa que está en peligro de extinción en nuestro país, está acostumbrada  a convivir con grandes grupos de bajo su techo: las caminatas, los encuentros del Frente Norte, los grupos de estudiantes de kioscos,etc.  Los chicharrones, la vaca, la olla de carne, la chicha: todo fue amalgamado esa linda mañana en la cual decidimos  tratar de completar esta historia.

Poco a poco llegó la gente, en sus carros de trabajo, bien vestidos y con la humildad que caracteriza a los pobladores de esta zona. Gente que está acostumbrada a trabajar duro, a no tener crédito, a que el MAG le cierre sus puertas. El Estado acá nunca llegó; por eso, la mina trajo la esperanza de que todo eso que falta viniera con ella. Lo que tienen estos pueblos lo logró su propio esfuerzo. La escuela, la luz, la calle, los salones comunales y los acueductos fueron las comunidades las que los hicieron.

Ese día nos contaban cómo, antes de luchar contra la minería, hicieron la escuela, la junta del camino, los centros de Salud, los alumbrados… También hablaron sobre los proyectos de ganadería o tubérculos que fracasaron por los malos caminos y por la desidia del Estado hacia los pequeños agricultores. De cómo la ganadería deja pérdidas y mantenerla es un acto de fe y amor a la vida. ¡Cómo no defender lo que ha costado tanto tener!

La celebración fue sencilla, con artistas locales, niños de la escuela,  música campesina y rap  entrelazadas con mensajes. Con el almuerzo nos invadió la alegría y compartimos juntos nuestros sueños y pesadillas. No faltaron las consignas como: Balbina vive … La lucha Sigue.!!!  Tampoco los enviados de la compañía, lo cuales llegaron para ver quién dice qué… qué vecino llega y quién no llega. El control no ha terminado, pues un yacimiento de mil millones de dólares no se deja botado así no más.

10 piñeras = 1 mina …Ese día también quedó claro que lo que no destruyó la minería lo están haciendo los monocultivos y la política agro-neoliberal, y que las comunidades tienen que organizarse para plantear sus propias alternativas de desarrollo. Sí, la minería se fue, pero la destrucción continúa…

La tarde fue entrando, pero de este convivio quedó la gran esperanza de continuar en este encuentro de vida, el sentimiento de que falta más tela en esta historia, de que cada esfuerzo fue y seguirá siendo útil, de que podemos escribir esta historia para dejar constancia y ejemplo al mundo que estas las mujeres y estos hombre son el verdadero tesoro de Crucitas.

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