Escrito por Gerardo Fumero Paniagua (Ingeniero) en semanario.ucr.ac.cr

Comentamos en nuestro anterior artículo la campaña publicitaria que el Gobierno, su fracción legislativa y empresarios mantienen en los medios y otros espacios, para justificar la apertura del mercado eléctrico, comparable con la campaña del miedo que desataron para la aprobación del Referéndum.

Se pretende abrir el mercado, Exp. Legislativo No. 17.812, para paliar el consumo de petróleo, evitar el cambio climático y posibilitar las inversiones en la generación eléctrica. 

(II parte)

La guerra psicológica apenas empieza; veremos aun mayores presiones, amenazas y chantajes, conforme avancen las pretensiones de privatizar esos servicios y profetizarán las siete plagas de la oscuridad; describirán un panorama apocalíptico, sustentado mayormente en mentiras, engaños y falacias, siendo la primera que el ICE no podrá continuar con el desarrollo que el país requiere.
Sin embargo, el ICE no solo lo ha hecho por más de 60 años, sino que ha logrado una cobertura eléctrica del 99.2%, además de suministrar una de las energías de mejor calidad y más baratas del mundo, basada en un 95% en fuentes limpias y renovables (no en un 70% como dice el Sr. Blazer). Todo a pesar de las muchas piedras en el camino puestas por gobiernos y privados de 1986 a la fecha, para hacerlo fracasar y justificar la privatización.
Irónicamente, en el mismo Diario La República del Sr. Blazer, se informaba el 28/05/2010 que “Costa Rica es uno de los generadores más eficientes de la energía eléctrica para los consumidores: Estados Unidos $0.95, Noruega $0.71, Canadá $0.68 y Costa Rica $0.11, las cifras se refieren al costo por kilovatio-hora para los hogares pequeños”. En un mercado mayorista –como en el del Diputado Pérez- los grandes clientes podrán obtener grandes beneficios, pero a los residenciales, pequeños y medianos, solo les queda pagar las tarifas que un mercado “descremado” les imponga.
Nuestro país es, en el continente americano, el que menos racionamientos ha tenido en los  últimos 60 años y eso que tal situación cuando sucedió, fue inducida por la imposición de superávits y la nefasta Fórmula del Fondo Monetario Internacional, FMI, que prohibió o redujo las inversiones por muchos años.
La capacidad del ICE es indiscutible y reconocida mundialmente; ha electrificado casi el 100% del territorio nacional desde su creación cuando, solo un 14% disponía del servicio. No hay una sola razón para pensar que de ahora en adelante no lo podrá hacer, a menos que expresa o solapadamente se lo impidan.
Por otra parte, el mayor problema que el Gobierno pretende combatir con el proyecto de Ley es la dependencia del petróleo, pero irónicamente la misma Revista de El Financiero reconoce que ese problema lo genera el transporte (público y privado) y no el sistema eléctrico. Sin embargo, la gran solución que el Gobierno plantea es una apertura eléctrica total, dejando sin solución el verdadero problema. Es como darle medicina a Juan para que se cure Pedro.  
Nuestro pueblo ha sabido defender por décadas dos baluartes que deben perdurar como herencia para nuestras futuras generaciones: La Seguridad Social y el Servicio Eléctrico. Dos servicios públicos que han garantizado desarrollo económico y social, distribución de riqueza y una sociedad solidaria e inclusiva.
Qué gran ironía que el pasado 23 de marzo, el Partido Demócrata y el Presidente de los Estados Unidos aprobaron una Ley que los obliga a contar con un seguro social universal para el año 2014, lo cual tenemos en Costa Rica desde la fundación de la CCSS en 1941. Qué gran ironía que la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, en su Informe “Evaluación de diez años de reforma en la industria eléctrica del istmo centroamericano” 2003, concluye que nuestro modelo de desarrollo eléctrico es el que produce los mejores resultados.
Ese modelo que es ejemplo para el mundo, es el que los neoliberales pretenden destruir. Debemos rechazar por tanto este nuevo intento de completar la privatizar de los servicios eléctricos, tal y como lo hicimos en el año 2000 con el COMBO del ICE y en el 2003 con la infame Fórmula del FMI. No permitamos que el país regrese a la época de la Electric Bond & Share, que a partir de 1927 monopolizó esos servicios en el Valle Central, hasta que el 8 de abril del 1949 se fundó el ICE y finalmente todo el país pudo tener acceso a tan importante servicio, a precios asequibles y de excelente calidad, luego de una lucha de décadas, que inició con la cruzada patriótica de la Liga Cívica Juan Rafael Mora Porras en 1928.

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