Fuente: Bosques Nuestros Desarrollo privado pretende apropiarse de área protegida

Ayer nos hablaban de “Paz con la Naturaleza” y hoy, de “Diálogo Social”; pero la verdad es que son los mismos de siempre quienes a punta de frases lindas y falsas promesas, contra viento y marea, insisten en apropiarse de las riquezas nacionales para montar sus negocios millonarios.

Desde el año 2001 el Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla San Lucas forma parte del sistema nacional de áreas silvestres protegidas. El ente responsable de su administración es el Ministerio del Ambiente. El 6 de junio del 2009, el matutino La Nación publicó “Esqueletos desempolvados revelan pasado de isla San Lucas”, donde se afirma que: “Hoy (el antiguo penal) es propiedad de la Municipalidad de Puntarenas”. Esta afirmación no es cierta por lo que se le envió un derecho de respuesta al jefe de redacción Julio Rodríguez, pero nunca lo publicaron. ¿Por qué?

Mediante el Decreto Ejecutivo N° 34282-TUR-MINAE-C, publicado el 8 de febrero del 2008, el gobierno pretende traspasarle a la Municipalidad de Puntarenas una importante porción de esta área silvestre protegida, lo que abriría un enorme portillo a concesiones abusivas, similares a las ya existentes a lo largo de nuestras costas. Este proyecto es impulsado por un hijo de Puntarenas, Carlos Ricardo Benavides, ministro de Turismo de Oscar Arias y de Laura Chinchilla.

El Decreto de marras fue impugnado ante la Sala Constitucional por tres acciones de inconstitucionalidad (expedientes acumulados: 08-003037-0007-CO, 08-003645-007-CO y 08-004317-0007-CO).

Este Decreto segrega una porción de 25 hectáreas de la isla, partiendo en dos el Refugio, precisamente ahí donde están las instalaciones administrativas del Ministerio del Ambiente y todas las demás edificaciones de lo que fuera el antiguo presidio. Para “compensar” esta segregación de las 25 hectáreas estratégicas, el Decreto propone ampliar el área del Refugio, adicionándole 210 hectáreas en el mar y los islotes cercanos, donde no hay agua dulce ni vegetación. Y por si fuera poco, declara el desarrollo turístico de la isla de interés nacional, igual que la mina Las Crucitas y otros proyectos cuestionados. E igual que en el caso de Crucitas, la Sala Constitucional acaba de ordenar que se efectúe un “reconocimiento judicial” (una visita) en el Refugio Nacional de Vida Silvestre isla San Lucas. Para la realización de dicho reconocimiento se señalan las 10:30 horas del 4 de junio del 2010.

Este Decreto no es necesario para impulsar el turismo en San Lucas. El plan maestro del Refugio permite desarrollar un proyecto modelo de turismo cultural y ecológico, aprovechando los senderos ya existentes sin afectar el bosque, con la participación de los pescadores artesanales del Golfo de Nicoya. Con ayuda institucional, podrían capacitarse, organizarse y financiarse. Y que sean ellos – en forma libre y digna - los beneficiarios directos y los legítimos guardianes de Isla San Lucas y de la herencia del Golfo, de la mano con el Estado costarricense.

A propósito de “Diálogo Social” y combate a la pobreza, el gobierno debería tener en cuenta que el Golfo de Nicoya todos los años es escenario de vedas de pesca que duran meses y suelen ser motivo de graves penurias sociales y económicas para las familias de pescadores artesanales. Durante las vedas el ICT podría promover el turismo nacional a Puntarenas y a Isla San Lucas, y que sean los propios pescadores del Golfo, bien capacitados y organizados, quienes mediante un programa de comanejo o manejo conjunto con el MINAET, se beneficien de la actividad turística, ofreciendo ellos mismos los servicios de guías naturalistas, transporte, alimentación y hospedaje. Pero no como simples empleados bajo las órdenes de foráneos, sino como impulsores de sus propias iniciativas locales.

El Decreto tampoco es necesario para llevar a cabo la restauración de las precarias instalaciones del antiguo presidio, pues el Estado bien lo puede hacer a través de un convenio interinstitucional entre el MINAET, el Ministerio de Cultura y el Museo Nacional.

Los pescadores artesanales del Golfo de Nicoya son parte importante de nuestras raíces e identidad nacional. Pero hoy están en vías de extinción a causa de políticas excluyentes y destructoras que atentan contra el ambiente y la cultura. Confiamos en que el nuevo Ministro de Cultura, Manuel Obregón, asuma este serio compromiso ahora que ya se puso la camiseta para defender nuestro Patrimonio “en pro de conservar nuestras raíces e identidad nacional” (La Prensa Libre, 14.05.2010).

La isla de Alcatraz en la bahía de San Francisco, California, también fue una prisión y hoy es un centro turístico de primera, administrado por el Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos, y genera importantes ingresos. La diferencia entre Alcatraz y San Lucas es que Alcatraz es una roca desnuda y San Lucas es un vigoroso bosque seco tropical en proceso de regeneración, con una biodiversidad rica y abundante. San Lucas es una invaluable joya, una muestra aislada y protegida de un ecosistema en vías de extinción, del cual solo queda un 2 % en el planeta (“Bosque tropical seco del orbe está en riesgo de desaparecer”, La Nación, 07.09.2008; “Ambientalistas señalan riesgos para el bosque seco tropical”, Estado de la Nación Nº 15 (2009), pág. 230). Los costarricenses tenemos la oportunidad de preservar el bosque seco tropical, pero lo están destruyendo ante nuestros ojos a cambio de dinero.

En Costa Rica existe un buen ejemplo de un parque nacional donde se combinan tesoros históricos y bosque seco tropical como lo es Santa Rosa. ¿Se imaginan quitarle la casona al Parque Nacional Santa Rosa y dársela a la municipalidad para que la concesione a empresarios privados? ¿Verdad que no? Pues algo así es lo que pretenden hacer en el Refugio de Vida Silvestre Isla San Lucas.

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