Potenciales vetas de oro y cobre en Talamanca
Pueblos temen contaminación del agua y destrucción de otros recursos
Explotación de minerales en sus territorios requiere de su aprobación

Ronny Rojas y Esteban Oviedo  en nacion.com
Los pueblos indígenas bribri y tayní se oponen “rotundamente” a la posibilidad de que la industria minera incursione en Talamanca para explotar potenciales yacimientos de oro y cobre.

José Páez Guerra, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral de la Reserva Bribri de Talamanca, dijo ayer que su organización rechaza la minería porque “la comunidad apostó por conservar la naturaleza”.

“Somos conscientes de que hay recursos naturales en extinción. Pretendemos cuidar los yacimientos acuíferos y animales en peligro, y no permitiremos los proyectos (mineros)”, declaró.

La Asociación Indígena Bribri posee gran parte de las tierras de Talamanca que contienen potenciales depósitos de oro y cobre, por lo que cualquier exploración necesita el permiso de la comunidad.

La Nación publicó ayer que esos materiales son pretendidos por mineras desde hace 40 años. Diversas compañías han realizado al menos 20 intentos formales por explotar ese territorio.

José Páez añadió que le preocupan los efectos de la industria minera en las fuentes de agua.

El tipo de cobre hallado en la zona de Talamanca está diseminado en la roca y se extrae con minería a cielo abierto, en lugar de túneles. Esto conlleva más posibilidades de contaminación, explicó a este medio el geólogo Rolando Castillo.

Como alternativa económica a la minería, el pueblo bribri pretende desarrollar el turismo ecológico, puntualizó José Páez. Rechazo. La Asociación de la Reserva Indígena Tayní, asentada cerca del valle La Estrella, también se manifestó en contra de la minería a cielo abierto en su propiedad.

Actualmente, un grupo empresarial liderado por el inversionista noruego Helge Haaversen mantiene activas en la Dirección de Geología y Minas cuatro solicitudes de exploración, para buscar oro y otros materiales en sitios como Sukut y Yuani, en Talamanca.

Haaversen había firmado un acuerdo con la anterior dirigencia de la Asociación Tayní para construir un supuesto proyecto hidroeléctrico en sus territorios.

Incluso, el grupo del noruego construyó un helipuerto sin los permisos necesarios, muy cerca de la Reserva Tayní.

Por su parte, la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas (Conai) advirtió ayer que ningún permiso de exploración minera en tierras protegidas puede aprobarse sin haber sido consultado y aprobado por las comunidades asentadas allí.

“Sin eso no se puede hacer nada”, expresó Víctor Mena Mena, director ejecutivo del Conai.

Este requisito lo estableció la Ley Indígena que aprobó la Asamblea Legislativa en 1977.

Sin embargo, Víctor Mena reconoció que hay diferencias de criterio sobre la minería entre algunos habitantes de las zonas indígenas.

“Como en todo, habrá algunas opiniones encontradas. Pero las comunidades indígenas tienen su propia autodeterminación y serán ellas las que decidirán si se va a dar eso (la minería) o no”, señaló.

 

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