En el día de la tierra varios miles de personas de muy diversos grupos se manifestaron frente a la Sala IV para exigirle rectificar su fallo respecto a Crucitas. Para decirle al Poder Judicial que tome en cuenta lo que piensa la mayoría de la población y las pruebas y constantes demostraciones de impactos ambientales que han presentado especialistas y científicos.

Pero también se realizó esta manifestación para exigir a las autoridades y muy especialmente a la nueva presidenta Laura Chinchilla que derogue el decreto de "conveniencia nacional" que permite las operaciones de la minera en Crucitas.

El discurso central, leído en la manifestación a continuación.

Amigos y amigas

Amigos y amigas, hoy estamos aquí por el corazón. Estamos aquí por la madre tierra y estamos aquí por una profunda convicción. Estamos todos y todas, para exigir que se detenga de una vez por todas, toda intención de explotar oro a cielo abierto rompiendo nuestra casa, destruyendo nuestra tierra.

Hoy el pueblo de Costa Rica lo está diciendo muy claro. No queremos minería de oro a cielo abierto en nuestro territorio.

Ya vivimos nefastas experiencias con la minería de oro a cielo abierto. La mina Bellavista en Miramar, es un ejemplo de ello. La supuesta mina modelo para Crucitas, tuvo varios accidentes y derrumbes y allí quedó el desastre y la empresa se fue, sin hacer el cierre técnico.

Decimos juntos, en un coro patrio, “no a la minería de oro a cielo abierto” porque conocemos las experiencias de otros países en donde se promete el oro y el moro y donde accidentes e impactos ambientales y sociales son pan de cada día.

En Guatemala, en Honduras, en Perú, por solo citar algunos ejemplos, la contaminación con la minería de oro a cielo abierto es un mal que padecen las comunidades, mientras que las ganancias de lo que extraen de la tierra se la llevan unos pocos.

Ha habido un largo proceso, largas batallas para defender la tierra de Crucitas. Desde hace más de 15 años que existe gente señalando los problemas y graves consecuencias de este proyecto. Un proyecto que ha visto varias empresas desfilar, en su intención por llevarse la riqueza de nuestra tierra.

A nivel legal ha sido un proceso muy cuestionado. Decisiones tomadas de forma irregular, como la viabilidad ambiental de SETENA, que fue solicitada para un proyecto que luego cambió sus dimensiones sin el respectivo cambio del estudio de impacto ambiental.

Y al final, cuando la mina ya no podía operar porque la ley se lo impedía, la administración Arias Sánchez le “regaló” la “conveniencia nacional” para que, finalmente, pudieran comenzar con la destrucción.

Ahora quienes responden por la empresa minera no son sus voceros, sino quienes deberían defender el ambiente o los magistrados que deberían haber impuesto el principio de indubio pronatura.

La increíble coincidencia entre empresa, Poder Ejecutivo y Poder Judicial nos hace sospechar. Este fallo y otros anteriores nos hacen pensar lo indispensable de la separación de poderes y lo nocivo que es la injerencia de un poder de la República a otro.

Respuestas a la Sala IV

Dice la magistrada Ana Virgina Calzada que “no afecta a los mantos acuíferos” pero sabemos que la empresa minera de Crucitas hará un hueco de 50 metros y, en algunos puntos, llegará muy cerca de este acuífero y lo pondrá en peligro de contaminación o ruptura. Es agua que abastece a los ecosistemas acuáticos de la zona.

Dice la magistrada que “habrá más árboles cuando acabe el proyecto”. Pero no nos dice qué tipo de árboles. Lo importante no es el número de árboles, sino el tamaño, la diversidad y las especies que se cortarán en Crucitas, además de las comunidades de animales asociadas a ellas.

Además, en Crucitas no sólo hay árboles: hay 31 especies de anfibios y 33 especies de reptiles; 172 especies de aves, incluyendo 29 especies de que dependen totalmente del bosque (incluyendo la lapa verde); 29 especies de peces, incluyendo al pez gaspar; 63 especies de mamíferos, incluyendo 13 especies amenazadas que usan el sitio como lugar de paso, alimentación o refugio; 83 géneros o especies de insectos acuáticos. La pregunta sería, cómo repondrían toda esta complejidad ecosistémica?

Dicen que “el cianuro no entra en contacto con el ambiente” pero la empresa reconoce que tendremos una laguna de desechos mineros con concentraciones "bajas de cianuro", y con una alta probabilidad de liberar metales pesados, que son más tóxicos que el mismo cianuro. Si están presentes en una laguna sí estarán en contacto con el ambiente.

Dice, la magistrada, también, que “no hay lapas verdes en la zona de crucitas” pero o se equivocan o mienten. No solo sí hay lapas, que habitan el lugar, sino que además, las lapas utilizan el bosque por como lugar de alimentación o refugio temporal o tránsito.

Amigos y amigas, ahora vamos a festejar, a la fiesta por la naturaleza, la fiesta por la madre Tierra. Pero no olvidemos que al irnos de aquí tenemos que seguir vigilantes.

Costa Rica nos necesita, el planeta nos necesita.

En tiempos de cambio climático no podemos darnos el lujo de talar bosque, no podemos darnos el lujo de destruir la naturaleza por unos pocos empleos. Los empleos deben buscarse en lo que es nuestra marca país, el respeto a la naturaleza y la gente.

Queremos un desarrollo en armonía con el ambiente, nuestro país puede lograrlo.

Tenemos que demostrar al mundo que Costa Rica tiene vocación ambiental. Que Costa Rica quiere, realmente, declarar la paz a la naturaleza.

Amigos y amigas, que esta acción de hoy no quede como un lindo día en San José. Hagamos de esto una acción sostenida y una jornada que se extienda en los días y semanas hasta lograr detener el proyecto minero en Crucitas.

Conversemos con familia, amigos, amigas y vecinos y vecinas. Llevemos este mensaje a todo el país.

Que esta energía que vivimos hoy sirva para que en el resto de los “Días de la Tierra” sigamos actuando a favor de ella.

Leído por la actriz Ana Clara Carranza.

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