José Antonio Mora Calderón. Geógrafo. Kioscos Socioambientales, Universidad de Costa Rica.

El pasado 29 de abril apareció una noticia que ICOMOS dio visto bueno para declarar como patrimonio cultural de la humanidad varios sitios arqueológicos del Valle del Diquís. ICOMOS (que sus siglas en inglés significan Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) es la máxima autoridad del mundo para emitir criterios técnicos para realizar este tipo de declaratorias de patrimonio, este Consejo ha avalado que los sitios de la península de Osa y Valle del Diquís de Grijalba, El Silencio, Batambal y Finca 6 se conviertan en patrimonio cultural de la humanidad.

 

Este último sitio, es decir Finca 6, se ubica a 500 metros al este del sitio donde se quiere construir el Aeropuerto Internacional del Sur: las comunidades campesinas de Finca 9 y Finca 10. Esto significa que se está pensando construir un Aeropuerto INTERNACIONAL muy cerca de un lugar próximo a ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Finca 6 es el conocido Parque de las Esferas, lugar donde están emplazadas de forma original la esferas precolombinas de piedra, un delicado legado de los ancestros de esas tierras que es pertinente proteger.

 

Ya en el 2010, Patricia Fumero había afirmado que “es contradictorio que la Presidenta se haya pronunciado primero a favor de una declaratoria de interés nacional para el Parque de las Esferas, y ahora se lo dé al aeropuerto”. Pero ¿Por qué es contradictorio que el Parque de las Esferas y el Aeropuerto del Sur sean declarados de Interés Nacional? La respuesta de Fumero es clara y sencilla: “el aeropuerto estaría casi encima de las esferas; es la propiedad que está cruzando la calle…”. Esto quiere decir que si se construye el Aeropuerto Internacional del Sur es COMPLETAMENTE POSIBLE que UNESCO no declare El Parque de las Esferas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, tal y como había sucedido con las ruinas mayas en Copán, Honduras.

Según el Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) de este Aeropuerto (Expediente D1-11752-13), el cual ya se encuentra en la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) y es de acceso para cualquier ciudadano, este posible Aeropuerto limitaría con grandes e importantes sitios ecológicos y sociales para la región sur-sur: al norte de las Fincas se encuentra la Fila Costeña, al Noroeste el río Grande de Térraba, al sur el Humedal Nacional Térraba Sierpe, al sureste la Península de Osa y al este con los territorios indígenas Boruca, Térraba y Rey Curré.

Además de este importante asunto arqueológico que pone en duda si es necesario un aeropuerto internacional en la zona, existen otras anomalías o situaciones cuestionables que este EsIA presenta, por ejemplo su estrategia para “espantar” las aves que habitan el importante sitio RAMSAR, es decir el Humedal Nacional Térraba Sierpe, o su argumento de que este Humedal ya de por sí se encuentra deteriorado, por lo que el Aeropuerto no afectaría mucho, o bien su argumento sobre la palma africana ubicada en medio del Humedal y del sitio donde se realizaría el proyecto, la cual según ellos funciona como una “barrera natural” que impide que los impactos al Humedal sean mayores.

Otro argumento cuestionables, y de hecho bastante serio, es la poca (o nula) visibilidad que se le da a las personas habitantes de estas tierras, las cuales han sido presentadas prácticamente como “sitios abandonados” ocupados por “precaristas”, cuando todo esto es mentira. Se trata de comunidades campesinas, no poseedoras de su posesión de tierras, pero sí habitantes de más de 10 años que han trabajado y sembrado estas tierras todos estos años, y que dependen completamente de este lugar para su subsistencia.

En el EsIA tampoco se hace mención de la fertilidad de los suelos, ya que según ellos “el estudio no se debe centrar en eso al no ser un proyecto agrícola”, cuando estas tierras son de vocación agrícola, con suelos de relleno sumamente fértiles, donde las y los campesinos han sembrado arroz, frijoles, plátano, yuca, papaya, pepino, y muchos otros alimentos. Estas personas campesinas se han organizado para defender su territorio, el cual consideran su hogar, su sitio para realizarse como seres humanos, es decir ESTAS TIERRAS SON SU VIDA.

Por todo esto, es cuestionable este proyecto del Aeropuerto, realmente es importante y urgente cuestionarnos como habitantes de estas tierras si esta es una verdadera alternativa económica para la Península de Osa y el Valle del Diquís, sitios conocidos mundialmente por su enorme y bella biodiversidad, la cual se vería sumamente amenazada con la llegada masiva de turistas y la deforestación para construcción de hoteles, tal y como ocurrió en Guanacaste con la construcción del Daniel Oduber. En otras palabras, sería un grave error la construcción de este proyecto.

 

 

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