Conversando con el Rector electo de la Universidad de Costa Rica el Dr Gustavo Gutiérrez Espeleta, quien es investigador en temas de genética molecular y ciencias naturales y exdirector de la Escuela de Biología.
El Acuerdo de Escazú se conocerá esta semana en el congreso, durante dos años no ha sido mucha su difusión en el país, ¿A qué se puede deber esto? El Observatorio de Bienes Comunes Agua y Tierra del Programa Kioscos Socioambientales y del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica les queremos compartir a través de este Boletín algunas claves de lectura para esta situación, ¿De qué habla este acuerdo? ¿A quiénes defiende?
El pasado 28 de septiembre del 2018, 23 países firmaron el Acuerdo Regional Sobre El Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, inaugurando así el camino de ratificaciones por parte de los Estados.
Cumplido el período de dos años, el pasado 28 de septiembre del 2020, el Acuerdo entró en vigor, con una “sorpresa”: Costa Rica aún no lo había ratificado.
Es un Acuerdo regional vinculante sobre derechos humanos y medio ambiente, que tiene como centro el cumplimiento del principio 10 de la declaración de Río, para garantizar en América Latina y el Caribe los derechos de acceso a la información ambiental, la participación pública en la toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia en asuntos ambientales.
Resulta inquietante al menos que un país como Costa Rica, que ha tratado de caracterizarse como un país defensor de los derechos humanos y el ambiente, tuviera como pendiente la ratificación de un Acuerdo que lleva en su conformación la defensa de ambos pilares de la política exterior costarricense.
Algunas implicaciones de este acuerdo podrían explicar la demora, ya que viene a garantizar derechos que han sido obviados durante décadas, acceso oportuno a la información en temas ambientales, mecanismos de participación y protección jurídica a esas personas defienden el ambiente y han sido expuestas a presiones de intereses económicos muy fuertes que terminan desgastando sus vidas personales y familiares.
Esta oposición procura justificar esta negativa al acuerdo argumentando que Impide el acceso a nuevas tecnologías, a la inversión en infraestructura, también señalan que es una amenaza a la confidencialidad de la información empresarial, que provoca altos costos al Estado relacionados a la protección de los y las defensores ambientales o por último que nos expondría como sociedad a interminables procesos de consulta. En definitiva, argumentos que no explican la no idoneidad del acuerdo, sino que invitan a pensar ¿Qué tipo de democracia aspiran estos sectores?
¿Qué nos dice esto sobre la posición interna de Costa Rica con respecto a las y los defensores ambientales? ¿Qué relación tiene este lento camino y los procesos de criminalización de la protesta social vividos en los últimos años? ¿Cuáles intereses están en juego a partir de las dimensiones del Acuerdo? ¿Qué visión de participación política se está imponiendo? ¿Cuáles deudas socioambientales Costa Rica sigue teniendo abiertas?
Estas preguntas y más son parte de la información que procura problematizar este boletín, para que sea una herramienta que enriquezca el análisis de todas las personas interesadas y permita comprender el contexto que atraviesa nuestro país en torno a la temática socioambiental; ¿de dónde partimos?, los intereses en conflicto, las ausencias y los desafíos que encaramos como sociedad.
Ver boletín en: http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/docs/publicaciones/acuerdoescazuboletin.pdf
El pasado 17 de noviembre en el salón Parroquial de la comunidad de Cipreses de Oreamuno, Cartago, se llevó a cabo el conversatorio “Por el agua de Cipreses” que contó con la participación del Frente EcoCipreses, representantes de la presidencia ejecutiva y la Subgerencia de Sistemas Comunales del AyA, y con la muy denotada ausencia de las personas representantes de la ASADA de Cipreses.
Además, en esta actividad asistió el Observatorio de Bienes Comunes del Programa Kioscos Socioambientales y Centro de Investigaciones y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica como observador, invitado por el Frente EcoCipreses, que durante estos meses han trabajado en conjunto para la sistematización de la experiencia organizativa en torno a la defensa del agua en la comunidad de Cipreses de Oreamuno.
Este foro se planteó como una instancia de diálogo entre el Frente EcoCipreses y la Junta directiva de la ASADA, en el contexto de abordar la situación actual que atraviesa las nacientes de agua que abastecen a esta comunidad de cerca de 2500 usuarios, destacan irregularidades en torno al manejo administrativo, pero también una compleja situación ambiental caracterizada por la sobreexplotación de la naciente que ha llevado a constantes suspensiones del servicio en lapsos de 6 horas o más al día, la invasión de una agricultura intensiva con agroquímicos violentando la zona de protección establecida por la ley de Aguas, por citar algunas afectaciones concretas que el Frente EcoCirpreses ha venido poniendo en debate público (http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/docs/ecocipreses/comunicado1.pdf).
El conversatorio dio inicio con un breve recuento de las afectaciones que ha sufrido la Comunidad de Cipreses en los últimos 6 años, donde la gestión de la ASADA se ha caracterizado por presencia de irregularidades administrativas, pero destacando también una situación preocupante, que de tener a disposición 4 nacientes de agua, ante situaciones aún poco claras de permisos de construcción de tanques sépticos, se tuvieron que clausurar dos de las nacientes por contaminación. Además las presiones existentes por el desarrollo urbanístico ha dado una situación de aumento de entrega de tomas de agua, teniendo conocimiento que la disponibilidad hídrica está en índices críticos desde 2014.
Las intervenciones del frente Eco Cipreses se caracterizaron por posiciones bien informadas y documentadas por varios informes del AyA (http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/docs/ecocipreses/AYA2.pdf) y el IRET-UNA (http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/docs/ecocipreses/IRET3.pdf), que han permitido ir caracterizando de manera más sistemática las afectaciones en la gestión del recurso hídrico tanto en su dimensión administrativa, pero principalmente la gestión ambiental del mismo.
La constante desmejora en el servicio de agua, se puede contextualizar a través de algunas de las situaciones denunciadas:
Estas afectaciones se intensifican ante la presencia de procesos de desarrollo desiguales y desordenados: construcciones urbanísticas y la presión ante la extensión de las áreas cultivables entorno a la naciente (http://kioscosambientales.ucr.ac.cr/docs/ecocipreses/MINAE4.pdf).
Ante las autoridades del AyA en Frente EcoCipreses fue muy claro, no buscan el conflicto en sí, sino este como un potenciador de espacios de participación inclusiva de la comunidad para la búsqueda de soluciones dignas para las personas habitantes de Cipreses, partiendo del cuido de las nacientes de agua, para el bienestar público presente y futuro.
Dentro de las propuestas mencionadas ante la amenaza ecológica que podría significar la profundización de la situación actual, se planteó:
Ante los argumentos y a pesar de la ausencia de las autoridades de la ASADA (principales responsables ante el AyA de las irregularidades expuestas), señalaron que tenían conocimiento de las diversas denuncias expuestas, y que agradecían y reconocían el papel protagónico de la ciudadanía en la defensa de la transparencia y el cuido del recurso hídrico, y que sin estos esfuerzos, difícilmente el AyA pueda dar abasto.
Adicionalmente confirmaron que ante las evidencias del mal funcionamiento y de gestión del recurso hídrico, se estaba procediendo en los últimos meses a la formalización ante la Junta Directiva del AyA del retiro de la delegación a la ASADA de Cipreses, y que esta misma sea asumida por la vecina comunidad de Santa Rosa.
También confirmaron el interés siempre presente en el AyA de apoyar los procesos de participación comunitaria, por este motivo instaban al Frente EcoCipreses a seguir impulsando actividades que permitan estos debates y la puesta común en la comunidad de los temas de gestión del recurso hídrico.
De parte del público asistente cuestionaban la decisión de retirar la ASADA de Cipreses sin los debidos procesos de consulta y participación de la comunidad, sin embargo ante el escenario ecológico crítico y la falta de participación más activa de la comunidad en los últimos años, se comprendía que existía poco margen, ya que el riesgo de postergar es muy alto.
¿Capacidad de gestión? ¿Modos de participación?
Si algo aprendimos los que asistimos al conversatorio “Por el agua de Cipreses” es que las acciones en defensa del agua y el involucramiento de la comunidad, no pasan necesariamente por las instancias formales, sino por el interés real y solidario de las personas de las comunidades que toman para sí el compromiso por denunciar y proponer alternativas cuando los modos de participación de las instancias responsables muestran señales de debilitamiento.
La defensa de los bienes comunes como el agua es atravesada por nuestras relaciones de manera integral, es así que aún cuando la institucionalidad muestre incapacidades para abordar las situaciones de riesgo, es nuestro deber actuar en la denuncia, pero como nos enseña el Frente EcoCipreses también la labor de exigir la rendición de cuentas de estas mismas instituciones es un elemento central para construir mejores formas de gestión y participación.
Si desean ver el conversatorio completo pueden acceder al siguiente enlace: https://cutt.ly/2hsxq9p
Los cuadernos tienen como objetivo problematizar el concepto de bienes comunes desde tres dimensiones: origen, propiedad y gestión. Asimismo, propone una reflexión crítica para generar aportes relevantes en la construcción del concepto desde la práctica de las personas interesadas en la democratización de sus espacios de reflexión y comprometidas con la transformación de sus realidades (por ejemplo, pueblos indígenas, comunidades campesinas y comunidades defensoras del agua).
El primer cuaderno titulado “Bienes comunes… de qué hablamos” expone el concepto, las características, una línea histórica con las discusiones sobre los bienes comunes y los tipos (naturales, sociales y culturales).
En dicha publicación se enfatiza en los bienes comunes naturales, es decir, aquellos relacionados con nuestro entorno y la biodiversidad, tales como los bosques, el agua, la tierra, las semillas. El cuaderno de estudio introduce preguntas para la reflexión como: bienes comunes naturales, ¿qué los amenaza?, ¿cuáles otros procesos de agotamiento están afectandolos?, ¿qué actores son responsables?, ¿qué rol tienen nuestras comunidades en la defensa de estos bienes comunes?
Conversamos sobre el proyecto de Ley para reactivar la minería metálica y su compatibilidad con el modelo de gestión ambiental de Costa Rica. Para ello nos acompañarán: Andrea Meza Murillo, Ministra de Ambiente y Pascal O. Girot, Director Escuela de Geografía UCR. Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica.
Nuestro agradecimiento en tiempos difíciles, pero que de manera colectiva y comprometida hemos asumido para seguir construyendo otros mundos posibles
Participaron:
Grupo Espacio, Tecnología y Participación (ESTEPA/Colombia)
Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador (Ecuador)
Colectivo de Geografía Crítica Gladys Armijo (Chile)
Programa Kioscos Socioambientales (KIOSKOS-UCR/Costa Rica)
Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP-UCR)
Controla tu gobierno A.C. y Sembrando Cultura A.C. (México)
Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA-UNAM/MÉXICO)
Laboratorio de Cartografías y Elaboración de Mapas (LACEM-CESMECA)